La tarea de un docente va más allá de impartir conocimientos. Un buen docente es aquel que se preocupa por el desarrollo integral de sus estudiantes, y para ello es necesario que posea valores que le permitan ser un modelo a seguir para ellos. Por ello es importante abordar los valores fundamentales que debe tener un docente para fomentar una educación integral y de calidad.
Uno de los valores fundamentales que debe tener un docente es la empatía. La empatía se refiere a la capacidad de ponerse en el lugar de otro y comprender sus emociones y pensamientos. Según López y otros (2013) “la capacidad de comprender los sentimientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar” (p. 38). Un docente empático es aquel que se preocupa por las necesidades de sus estudiantes, que se interesa por sus vidas y que les brinda un espacio seguro en el aula. Este valor es fundamental para establecer una relación de confianza y respeto con los estudiantes, lo que a su vez favorece el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para fomentar la empatía, el docente debe ser un modelo a seguir, demostrando en su comportamiento y en su forma de tratar a los estudiantes, que comprende sus necesidades y está dispuesto a ayudarles.
Otro valor fundamental que debe tener un docente es la responsabilidad. La responsabilidad se refiere a la capacidad de responder por los actos y decisiones propias. Un docente responsable es aquel que cumple con sus compromisos, que se prepara adecuadamente para sus clases, que respeta los horarios y que mantiene una comunicación efectiva con los estudiantes y sus familias. Este valor es fundamental para fomentar la confianza y la credibilidad del docente, y para que los estudiantes aprendan a ser responsables en su vida personal y académica. Para fomentar la responsabilidad, el docente debe establecer expectativas claras y realistas, y brindar apoyo y retroalimentación constructiva a los estudiantes.
La honestidad es otro valor que debe tener un docente. La honestidad se refiere a la capacidad de ser sincero y transparente en el trato con los demás. Un docente honesto es aquel que comunica la verdad, que reconoce sus errores y que se compromete a corregirlos. Este valor es fundamental para fomentar la confianza y la integridad en el aula, y para que los estudiantes aprendan a valorar la honestidad en sus relaciones interpersonales. Para fomentar la honestidad, el docente debe establecer un ambiente de respeto y confianza en el aula, y brindar un ejemplo de comportamiento honesto en su trato con los estudiantes.
Por último, un valor fundamental que debe tener un docente es la creatividad. La creatividad se refiere a la capacidad de generar ideas nuevas y originales. Un docente creativo es aquel que busca nuevas formas de enseñar, que utiliza recursos didácticos innovadores y que fomenta el pensamiento crítico y la resolución de problemas en los estudiantes. Este valor es fundamental para mantener el interés y la motivación de los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y para fomentar la curiosidad y la exploración en los estudiantes. Para fomentar la creatividad, el docente debe estar actualizado en las tendencias y recursos educativos, y estar dispuesto a explorar nuevas ideas y estrategias didácticas. En conclusión, ser un docente implica ser un modelo a seguir en cuanto a los valores. La ética, la empatía, la paciencia y la creatividad son algunos de los valores fundamentales que deben ser promovidos y reforzados en el aula. Los docentes pueden enseñar estos valores a través de actividades en el aula que fomenten la reflexión y el diálogo, así como a través del ejemplo personal. Al incorporar estos valores en su trabajo diario, los docentes pueden ayudar a formar a los estudiantes en ciudadanos responsables y éticos. Además, los valores que se enseñan en el aula son herramientas que pueden ayudar a los estudiantes a tener éxito en su vida personal y profesional.
AUTOR:
Mg. Diana Tonato
Docente de la Carrera de Educación Básica y Docencia e Innovación Educativa
