Metodologías activas de aprendizaje


Las metodologías activas ayudan al estudiante a crear su propio conocimiento respetando los intereses, comunicación, trabajo en equipo y parte de las experiencias del estudiante donde aprenden a defender sus criterios y a respetar el de los demás, de esa manera poder construir su propio conocimiento. La metodología del aprendizaje activo consiste en el hecho de que el aprendizaje autodirigido debe ser por el propio estudiante, es decir, el desarrollo de habilidades metacognitivas, promueve un mejor aprendizaje que permitan al educando juzgar la dificultad de los problemas que se encuentran en la vida cotidiana, eso le permitirá saber cuándo utilizar estrategias alternativas para comprender, evaluar  y potenciar el pensamiento crítico y reflexivo ante situaciones problemáticas que se puede encontrar en el mundo laboral o las prácticas profesionales.

Las metodologías activas ayudan al estudiante hacer cooperativo, desarrolla competencias personales, sociales, resuelve los problemas de la vida diaria, aplica su creatividad al momento de realizar actividades educativas o del entorno que le rodea, asocia ideas y experiencias adquiridas, cambia las perspectivas, desarrolla la habilidad para mejorar el entorno educativo donde aprende a investigar y defiende su postura de forma convincente. El enfoque principal es alentar a los estudiantes a pensar como profesionales al principio de sus carreras, lo que facilitará la transición de la teoría a la práctica al lugar de trabajo a que le designen. Para muchos problemas, tanto teóricos como prácticos, los estudiantes descubren que puede no haber una única respuesta correcta, aunque existen leyes y modelos que forman el marco teórico de la disciplina que se deben plasmar.

Las metodologías activas que se puede utilizar en el entorno educativo son aprendizaje basado en proyectos o ABP, aula invertida, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en retos (ABR), aprendizaje cooperativo y aprendizaje por descubrimiento.

La enseñanza basada en este tipo de metodologías es un aprendizaje centrado en el estudiante, para entrenar sus competencias de conocimiento del dominio. Estas estrategias entienden el aprendizaje como un proceso constructivo y no receptivo.

La psicología cognitiva ha demostrado consistentemente que una de las estructuras más importantes de la memoria es su estructura asociativa, el cual permite resolver problemas o identificar situaciones (GLASER R, 1991). Esto requiere una comprensión del aprendizaje como un proceso, no solo como la adquisición y recopilación de información si no poder resolver y poder construir sus aprendizajes de acuerdo a cada uno de sus experiencias que adquieren diariamente.

En fin, las metodologías activas están enfocadas al desarrollo de competencias creados por el estudiante a ser responsables de su propio aprendizaje donde estén vinculados la teoría y la práctica que se encuentran en la vida profesional, donde le permite al estudiante desarrollar su creatividad. Una de las principales razones para optar por una metodología activa es el deseo genuino de brindar a los estudiantes una comprensión más profunda, por ejemplo, en muchos casos los estudiantes solo recuerdan lo que necesitan saber para el examen y no pueden hacer conexiones con lo aprendido y lo que le rodea en su entorno.

AUTOR:

Mg. Maritza Quinzo

Docente de la Carrera de Educación Básica

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