Desnutrición Crónica Infantil en el Ecuador


La desnutrición infantil en Ecuador continúa siendo un desafío crítico para el bienestar de la población. La situación se complica por múltiples factores, entre los cuales destacan la pobreza, la falta de acceso a servicios de salud de calidad, y la desinformación sobre nutrición adecuada. El personal de salud se enfrenta a un panorama complejo para reducir la prevalencia de la desnutrición infantil en 2025, año en que se espera que las demandas de atención sean mayores debido al crecimiento de la población y los efectos prolongados de crisis sociales y económicas.

A pesar de los esfuerzos por reducir la desnutrición infantil en Ecuador, los indicadores siguen siendo preocupantes. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2021, se estima que:

  • El 23,2% de los niños menores de 5 años presentan desnutrición crónica en Ecuador. Esta cifra es alarmante, ya que indica que más de una de cada cinco niñas y niños en este grupo etario sufre de retraso en su crecimiento debido a la falta de una alimentación adecuada en los primeros años de vida.
  • Las zonas rurales de Ecuador presentan tasas mucho más altas de desnutrición crónica, con regiones como la Sierra y la Amazonía reportando cifras superiores al promedio nacional, afectando principalmente a los pueblos indígenas y a las comunidades más vulnerables.

Estos altos índices de desnutrición infantil en Ecuador están relacionados con múltiples factores sociales y económicos. La pobreza sigue siendo un determinante clave, con más del 25% de la población infantil en situación de pobreza multidimensional (INEC, 2021), lo que restringe el acceso a alimentos adecuados, agua potable y atención médica de calidad.

En los últimos años, Ecuador ha experimentado avances en la reducción de la desnutrición infantil, sin embargo, los resultados siguen siendo insuficientes. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2021, un porcentaje significativo de niños y niñas menores de 5 años siguen siendo víctimas de desnutrición crónica. La desnutrición no solo afecta el crecimiento físico de los niños, sino que también tiene repercusiones a largo plazo en su desarrollo cognitivo y su capacidad para aprender. 

En este contexto, el personal de salud en Ecuador juega un papel fundamental en la lucha contra la desnutrición infantil. Sin embargo, enfrentan desafíos considerables. La escasez de recursos, la sobrecarga laboral y la falta de capacitación en temas de nutrición y prevención de la desnutrición son obstáculos recurrentes. 

Además, el sistema de salud ecuatoriano aún enfrenta una distribución desigual de los recursos y la infraestructura, lo que dificulta el acceso oportuno y efectivo a servicios de salud de calidad en zonas más alejadas del país. Para que los esfuerzos del personal de salud sean efectivos, se requiere una estrategia integral que no solo se enfoque en el tratamiento de la desnutrición, sino también en la prevención y la promoción de hábitos alimenticios saludables.

Para 2025, el personal de salud en Ecuador deberá enfrentar una serie de retos, entre los cuales se destacan:

  1. Mejorar la capacitación en nutrición: El personal médico, enfermeros y otros trabajadores de salud deberán recibir formación continua sobre nutrición y manejo de la desnutrición infantil, especialmente en comunidades rurales y de difícil acceso.
  2. Implementación de políticas públicas efectivas: Para 2025, se espera que las autoridades ecuatorianas fortalezcan las políticas públicas orientadas a la reducción de la desnutrición infantil. Esto incluye mejorar la infraestructura del sistema de salud y aumentar la colaboración entre el sector público y privado.
  3. Promoción de la seguridad alimentaria y educación nutricional: El personal de salud debe involucrarse activamente en programas educativos sobre nutrición para padres y cuidadores, a fin de fomentar hábitos alimenticios saludables en la población infantil.

El crecimiento de la desnutrición infantil en Ecuador sigue siendo una preocupación significativa. A pesar de los esfuerzos realizados, los desafíos que enfrentan los profesionales de salud para combatir este problema en 2025 son considerables. Sin embargo, con políticas adecuadas, capacitación continua y un enfoque integral, es posible lograr avances significativos en la mejora de la nutrición infantil y el bienestar de las futuras generaciones en el país.

Autor:

Oswaldo Bladimir Copara Chancusi

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