Avances Tecnológicos en la Aplicación del Mecanizado por Electroerosión


El mecanizado por electroerosión (EDM, por sus siglas en inglés) es un proceso de fabricación que utiliza descargas eléctricas controladas para eliminar material de una pieza de trabajo. Esta técnica es especialmente útil en la fabricación de componentes complejos y de alta precisión en materiales duros o difíciles de mecanizar mediante métodos tradicionales. En las últimas décadas, los avances tecnológicos han revolucionado este proceso, mejorando su eficiencia, precisión y aplicabilidad en diversas industrias. Este informe explora los avances más significativos en la electroerosión y su impacto en la industria del mecanizado.

El proceso de mecanizado por electroerosión comienza con la selección y preparación del electrodo, que puede ser de cobre, grafito o tungsteno, dependiendo del material de la pieza y la precisión requerida. El electrodo se maquina previamente para obtener la forma inversa de la geometría deseada en la pieza. Luego, se monta en el cabezal de la máquina de electroerosión, asegurando su alineación correcta. Es fundamental verificar que el electrodo esté libre de impurezas para evitar irregularidades en el proceso. 

Una vez preparado el electrodo, se procede a fijar la pieza de trabajo en la mesa de la máquina, utilizando dispositivos de sujeción como mordazas o bridas. La pieza debe estar perfectamente nivelada y alineada con el electrodo para garantizar precisión en el mecanizado. Se selecciona el fluido dieléctrico, generalmente aceite o agua desionizada, que se encargará de enfriar y eliminar los residuos generados durante las descargas eléctricas. Este fluido se bombea al área de trabajo para crear un ambiente controlado. 

Con la pieza y el electrodo en su lugar, se configuran los parámetros de la máquina, como voltaje, corriente, frecuencia de pulsos y tiempo de encendido y apagado. Estos parámetros dependen del material de la pieza, el tipo de electrodo y la profundidad de corte deseada. La máquina de electroerosión cuenta con un sistema de control numérico (CNC) que permite programar la trayectoria del electrodo con alta precisión. Se realiza una prueba inicial para ajustar los parámetros y asegurar la calidad del mecanizado. 

Durante el proceso, el electrodo se acerca a la pieza hasta que se genera una chispa entre ambos, lo que provoca la erosión controlada del material. El fluido dieléctrico ayuda a enfriar la zona y arrastra las partículas erosionadas, manteniendo limpia el área de trabajo. El electrodo avanza gradualmente siguiendo la trayectoria programada, mientras se monitorea el desgaste del electrodo y la calidad superficial de la pieza. Este proceso se repite hasta alcanzar la geometría final deseada. 

Finalizado el mecanizado, se retira la pieza de la máquina y se realiza una inspección dimensional y superficial para verificar que cumple con las especificaciones requeridas. El electrodo puede reutilizarse si su desgaste es mínimo, o reemplazarse si es necesario. La máquina se limpia y se prepara para el siguiente trabajo. Este proceso, aunque lento en comparación con otros métodos, es ideal para materiales duros y geometrías complejas, ofreciendo resultados de alta precisión y acabados superficiales excelentes.

La electroerosión se ha consolidado como una tecnología indispensable en la fabricación moderna, especialmente para materiales duros y geometrías complejas. Su evolución continua, impulsada por la automatización y la digitalización, asegura su relevancia en un entorno industrial cada vez más competitivo y demandante.

AUTOR:

Mg. Paúl Caza

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